Según explicó el propietario, Andy Iglesias, los hechos ocurrieron a las 15:00:
“Yo me encontraba en el despacho y mi mujer en la caja. Los hombres entraron corriendo, rompieron las vitrinas a martillazos y se llevaron algunas joyas. Al ver a mi mujer, uno fue hacia ella y otros dos entraron en el despacho, donde se sorprendieron al verme y me intimidaron”. Acto seguido los tres ladrones intentaron salir del local, cuando el dueño corrió detrás y se abalanzó sobre uno de ellos. No obstante, los dos ladrones regresaron y ayudaron a su cómplice a escapar de la joyería, el cual casualmente dejó su martillo en el suelo. A consecuencia, los atracadores huyeron con una cuarta persona que les estaba esperando en un coche robado y que fue hallado en la localidad por la Guardia Civil.
Afortunadamente, el suceso fue grabado por las seis cámaras de seguridad que estaban instaladas en la joyería. “Eran tres jóvenes, sin duda”, recordó Iglesias, que nunca había sufrido un atraco con anterioridad. Fuentes cercanas al caso indicaron que los atracadores utilizaron una valla de obras cercana para bloquear la entrada de la calle y asegurarse que no venía nadie, ya que la vía en la que se encuentra la joyería es de un solo sentido. De hecho, en esta misma calle se encuentra el antiguo cuartel de la Guardia Civil y la antigua Jefatura de la Policía Local.
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